Seguimos recibiendo comentarios y preguntas porque tenemos fotos tan hermosas de la selva tropical en nuestra página web. La gente se pregunta y piensa: «Todo parece tan verde y hermoso, ¿por qué necesitamos reforestar aquí?
Pero esta belleza es engañosa. Sólo muestra las últimas joyas de un bosque que una vez caracterizó a Paraguay. En sólo 50 años, la superficie de selva tropical de Paraguay se ha reducido de alrededor del 90% a sólo el 10%. Esta pérdida es catastrófica: para el ecosistema, el clima, la biodiversidad y las habitantes que viven de este bosque.
Nuestra misión: salvar y restaurar la selva tropical
Nuestro trabajo se centra en dos tareas principales
Protección de los bosques tropicales existentes
Nos comprometemos a preservar y enriquecer las pocas zonas de bosque que aún están en buen estado. Un ejemplo es nuestro proyecto en Takuarita: 8 de las 10 hectáreas que hay allí son selva intacta, que estamos reforestando con especies nativos, Estamos reforestando las 2 hectáreas restantes.
Pero eso no es todo: los vecinos nos han ofrecido parcelas circundantes, también valiosas y bien conservadas zonas de selva tropical. Si encontramos partidarios adecuados, podríamos comprarlas y ampliarlas a más de 60 hectáreas de selva tropical contigua. Sería una joya natural única.
Reforestación de zonas deforestadas y agotadas
Al mismo tiempo, abordamos el reto de revitalizar los suelos deforestados y agotados. Estas zonas han sido dañadas por la agricultura ganadera intensiva y los monocultivos. Aunque estas tierras son más baratas de adquirir, la reforestación es costosa y requiere mucha paciencia y recursos.
Deforestación en Paraguay: un ejemplo del Gran Chaco
Un ejemplo especialmente drástico es el Gran Chaco. Este ecosistema único del oeste de Paraguay ocupa alrededor del 60% de la superficie del país y alberga innumerables especies vegetales y animales. Está adaptado a las condiciones climáticas extremas. Sin embargo, el Chaco se utiliza cada vez más para la agricultura y se destruye cada vez más en favor de la ganadería y el cultivo de soja.
Una estadística alarmante
Según Global Forest Watch, entre 2001 y 2020 se deforestaron 87 millones de hectáreas de selva tropical en Sudamérica, una superficie equivalente a la de Francia e Inglaterra juntas.
En Paraguay, unos 6 millones de hectáreas fueron víctimas de la tala durante este periodo. Esto equivale a 1,5 veces la superficie de Suiza. Para comparar: Brasil, líder en deforestación, perdió la increíble cifra de 56 millones de hectáreas de selva tropical en los mismos años, más que toda la superficie de Francia.
¿Qué significan los picos?
Aquí puede ver el total de 6 millones de hectáreas de las estadísticas anteriores. Esta estadística muestra que la deforestación en Paraguay aumentó de forma más drástica en 2007 y 2012. Estos años coincidieron con épocas de agitación política y expansión económica, que se caracterizaron por las inversiones en proyectos agrícolas. Lamentablemente, la protección de los bosques pasó a un segundo plano ante la persecución de objetivos económicos a corto plazo.
En los últimos años, la tasa de deforestación en Paraguay ha seguido un patrón errático, un zigzag que ilustra la incertidumbre de las medidas de protección forestal. En algunos años la tasa de deforestación desciende, en otros las cifras vuelven a dispararse. Estas fluctuaciones suelen ser el resultado de decisiones políticas y económicas a corto plazo. Paraguay está sometido a una enorme presión para promover su crecimiento económico y, por desgracia, la protección de los bosques suele quedar en un segundo plano. Sin medidas a largo plazo y coherentes, será difícil preservar el patrimonio natural del país.
Las consecuencias: un país pierde su alma
Ingo, nuestro experto, lo describe así:
«Cuando llegué a Paraguay, la deforestación de la selva era sólo algo que había visto en la televisión. Pero aquí en el país, me di cuenta de lo que realmente significa. Un país antaño rico en árboles milenarios y poderosos está ahora casi desnudo. Los últimos grandes árboles se talan para obtener leña o madera. La silvicultura sostenible es prácticamente inexistente».
La ley vigente, que prohíbe la tala de bosques naturales, se elude a menudo. Las lagunas jurídicas y los controles inadecuados permiten que continúe la tala ilegal. Imaginemos que cada año se destruyen cientos de miles de hectáreas de bosque sin que nadie ponga un pie en ellas ni explore sus secretos. Con ellos desaparecen, irremediablemente, innumerables especies animales y vegetales.
Puedes conducir por Paraguay, durante muchas horas, y todo lo que ves son paisajes como estos dos. Llanos, desnudos, sin selva tropical, sin mucha vida.
Imagínate, todo esto estaba cubierto de selva tropical hace sólo 50 años.
Un ejemplo actual: 300.000 hectáreas en llamas
En septiembre de 2024, unas 300.000 hectáreas de selva tropical fueron destruidas por el fuego en Paraguay, en el Gran Chaco, en tan sólo unas semanas. Un doloroso ejemplo actual de la destrucción de los bosques. Los intereses económicos de unos pocos grandes terratenientes e inversores están en primera línea, a costa del medio ambiente, los pueblos indígenas y la población local.
Imaginemos una superficie del tamaño de Luxemburgo, un país entero que arde en llamas en pocos días, irremediablemente. Lo que queda es tierra estéril que ahora se utiliza para obtener beneficios a corto plazo. La selva tropical se pierde para siempre. La población indígena no sólo pierde su medio de vida, sino a menudo también su hogar y su cultura. Esto ha provocado un aumento de la pobreza y la delincuencia durante décadas.
Este no es un incidente aislado, sino una triste parte de la deforestación sistemática en Paraguay (y similar en otros países de América Latina). Ilustra lo importante que es proteger los bosques intactos antes de que sean destruidos, y la urgencia con que proyectos como Panambi necesitan apoyo para promover la reforestación y la protección de los bosques.
Sembrar esperanza: lo que podemos hacer
Pero hay esperanza. A través de proyectos como Panambi, podemos dar al mundo «más aire para respirar». Plantamos especies autóctonas, protegemos los bosques existentes y creamos nuevos hábitats para especies amenazadas.
Un ejemplo ilustra los retos: En un vivero pedimos plantones de 50 árboles típicos de la selva atlántica. La respuesta fue aleccionadora: sólo se conocían 10 especies. Las calificaron de «exóticas», poco interesantes para el comercio y, en su mayoría, ya no disponibles.
Aquí es exactamente donde entra nuestra visión: Soñamos con tener un día nuestro propio vivero para cultivar estas especies raras. Esto no sólo nos permitiría reforestar, sino también contribuir activamente a salvar especies amenazadas. Ya hemos encontrado algunos de estos árboles «extintos» en nuestra propiedad durante nuestro trabajo inicial en relación con la campaña de plantación. En perfecto estado de salud. Ya los estamos utilizando para poner en marcha nuestro vivero y cultivar plantones.
¡Tu apoyo cuenta!
Imagina que tu contribución pudiera ayudar a salvar un ecosistema único. Con tu ayuda, podemos proteger selvas tropicales, crear nuevos bosques y recuperar especies autóctonas originales. Juntos podemos restaurar los hábitats perdidos y dejar a las generaciones futuras un trozo de naturaleza que merece la pena proteger.
Ayúdanos a hacer realidad esta visión. Cada donación, cada apoyo, cuenta para los bosques, los animales y las personas que dependen de ellos. Únete a nosotros y forma parte de nuestra misión para salvar la selva tropical de Paraguay.
Cordialmente,
Silvia and Ingo
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